Para entender la función y la pedagogía de la educación superior universitaria, se debe empezar a entender los antecedentes históricos, la relación entre las necesidades del sistema y la sociedad. El hecho educativo lo presenta la historia en sus diversas orientaciones religiosas, políticas, culturales y sociales, siendo estos los factores que conforman una cultura determinante en la sociedad educativa.
La educación ha sido infundida desde la sociedades primitivas, entonces podremos formular la hipótesis que desde el inicio del hombre se educa, desarrollando técnicas o sistemas para ello. La universidad colombiana sufre la crisis de nuestra sociedad, pero es uno de sus baluartes más valiosos, porque le sirve de catalizador y de lugar de replanteamiento de los problemas a fin de preparar a los individuos para que los encaren y los resuelvan , esta crisis hace referencia a los sistemas educativos que se producen desde los constantes cambios de la sociedad, así como los avances tecnológicos, científicos que permiten a la educación superior crear más fines y/o objetivos sobre el “que hacer” universitario. Siendo ese “que hacer” la búsqueda del conocimiento, la transmisión y su aplicación, en donde se debe tener en cuenta la docencia, el servicio a la comunidad y la investigación como los tres pilares para la formación del concepto universitario y como a estos tres les han ido atribuyendo la capacidad critico- social.
La educación superior en Colombia se plantea en un contexto social, que forma parte de una estructura social global; en donde nos enfrentamos a la transformación constante de la sociedad, de la cual somos participes de ella desde la universidad, entendiendo esta como el medio para criticar y modificar situaciones problemas. Pero entraríamos en la contradicción entre las “funciones” y la forma de incentivar y desarrollar el pensamiento de los individuos, más que ser un factor que intervenga en la transformación de la sociedad. “Lo que la universidad tiene entre manos es precisamente esa misión: convertirse en medio para que el individuo aprenda a pensar. La universidad no puede perder de vista, por lo tanto, que debe formar a la persona y no restringirse a capacitar profesionales para el mercado de trabajo entonces se podría concluir que el papel que desempeña la universidad ante un estudiante le ayuda a la formación social, y no a la satisfacción de las necesidades de la economía como excusa de la frase popular “el estudiante es el progreso económico de un país” entonces se cuestiona el hecho de que no somos o seremos formados de forma integral, sino mediocre para un sistema consumista.
En la media en la que el conocimiento tiende a ser el patrimonio común, la universidad se convierte en una institución para todos considerando el conocimiento como la capacidad de realización, pero como esta viene ligada a la cantidad de información y al tiempo en el que se suministra ésta, haciendo de la educación una industria, para que el “estudiante” ingrese al sistema, con la ayuda de un gobierno que no le conviene que haya un progreso en nuestra sociedad. “Nuestra sociedad necesita no sólo formar burócratas, necesita también crearle a todo mundo la ilusión de que es una persona con posibilidades, con futuro y que la educación es un ascensor social” (Estanislao Zuleta)
Antonia.
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